Historia

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Olombrada es un pueblo cuyo nombre ha ido evolucionando con el correr de los siglos. En 1184 aparece citado como Forumtada. Menos de un siglo después, en 1247, se denomina Forambrada. Y, desde el siglo XVI, recibe la actual denominación. Aunque Pedro Luis Siguero defiende que el significado de su nombre primigenio era "la agujereada" (haciendo referencia a las bodegas excavadas en la tierra).

Segismundo Pecharromán, en su obra "Olombrada. Notas para su historia" se inclina por "fuente horadada", citando además otras teorías que hablan de "lugar de umbría", "mercado de braceros" o la menos creíble de "alambrada". Sea cual fuera el significado de Olombrada, lo que sí que parece cierto es que sus tierras se repoblaron por los cristianos a finales del siglo XI o primera mitad del la siguiente centuria.


En aquella lejana época medieval debió de iniciarse la construcción de una iglesia, de estilo románico, aunque totalmente modificada en los siglos siguientes. El templo está dedicado a San Vicente Mártir, patrón de Olombrada.

Además, el pueblo mantiene otros dos edificios religiosos, la ermita del Humilladero, que a juicio de Segismundo Pecharromán se construyó en el siglo XVI, y la ermita de Nuestra Señora de los Olmos, en cuyo interior Julio Miguel Angulo encontró un pequeño retablo policromado de azul y con cierto aire "renacentista", que acoge una imagen de la Virgen que data en el siglo XIV.

Desde su fundación y hasta la actualidad, la economía de Olombrada ha girado alrededor de la agricultura, y muy especialmente de los cereales, quedando la ganadería en un segundo plano. Madoz, a mediados del siglo XIX, indicaba que el pueblo producía trigo, cebada, centeno, avena, muelas, yeros, garbanzos, cáñamo y algarrobas.

Además, mantenía ganado lanar vacuno y yeguar. En cuando a industrias, Madoz cita una tahona de rubia y varios tejedores de cáñamo. De aquellos tiempos ha subsistido el viejo telar de Rafael Colomo, en uso hasta el reciente fallecimiento de su propietario. La producción de este taller llegó a ser muy variada: mantas traperas, que se colocaban debajo de los colchones; mantas de lana, para abrigarse en el campo; costales de cáñamo, en los que se guardaba el trigo o la cebada; sábanas de lino o de cáñamo; alforjas…A juicio de los etnógrafos, era uno de los escasísimos telares que quedaban en Castilla y León en los que se trabajaba a la manera tradicional…

Por lo que respecta a las fiestas, las más concurridas de Olombrada son las de la Virgen del Rosario, el primer fin de semana de octubre y en ellas destaca una procesión, que puede llegar a alargarse varias horas. La otra función llamativa del pueblo es la llamada "de las Palas".